Divina Ilusión

Por la_papio, desde Chile


Esta es una foto de un ex jardín infantil que queda cerca de mi casa. Siempre pasaba por ahí, miraba los niños jugar, me gustaba lo grande que era el lugar y los colores que tenía la gran casa en su exterior. Fantaseaba con poner algún día a mis futuros hijos en ese lugar, verlos jugar, pasarlos a buscar, participar en las actividades, etc.

Este año, que termina pronto, se denunció un acontecimiento horrible en ese lugar... abuso de menores por parte de un auxiliar del establecimiento. Esto fue fuerte para los apoderados, para las familias afectadas, para la comunidad, para los vecinos, y para todos los que escucharon sobre esto. Fue tanto el impacto que el jardín cerró sus puertas y la hermosa foto que contemplaba en mis fantasías, se quemó.


Son infinitos los estímulos por percibir, podemos estar seguros de que percibimos, pero jamás podremos conocer el todo de las cosas, siempre quedarán afuera mundos enteros. "Las cosas no son lo que parecen" decía un personaje en La Sonrisa de Mona Lisa, y es que muchas veces no vemos realmente lo que son las cosas y nos quedamos pegados en la parte superficial.

¿Cuántas veces nos cegamos al priorizar la parte bonitas de las cosas? Creemos que un aspecto que nos gusta es la parte más importante y significativa, ponemos toda nuestra atención sobre ello y dejamos pasar lo que realmente tiene importancia, hechos pequeños pero fuertes, los detalles que cambian las cosas. 


Los invito a reflexionar, a no contentarse con lo bueno, a cuestionar las cosas que parecen ser las más seguras, a preguntar lo que realmente pasa detrás de una foto, detrás de las poses, lo que están pensando los personajes de un cuadro, etc. No se trata de convertirnos en paranoicos y creer que siempre están sucediendo cosas malas que están ocultas, sino que de no convertirnos en ciegos que no ven las evidentes señales de la vida y de los demás.





CONVERSATION

1 ya son Blogger@s:

  1. Mandy desde la oficina2 de enero de 2012, 8:35

    Nunca conformarse, siempre estar dispuesta alo compromiso.

    La inherente constante del cambio, saber que aunque pongas tus manos al fuego, que todo esté 125 % cienctificamente comprobado, siempre cabe la posibilidad para lo imprevisto y que las cosas no resulten...no por eso nos vamos a quedar ne casa y cabar un hoyo.

    Me encdanto tu entrada, muy cierta, muy bien escrita.

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