Cosas que NO debés hacerle a una embarazada si no querés despertar su furia

Por Mami Kanguro desde Argentina


Somos mujeres hechas y derechas. Seguramente trabajamos, estudiamos o ambas. O dirigimos nuestro hogar con una precisión de relojería suiza, pero quedamos embarazadas y nuestro entorno nos transforma en una especie de "niña desvalida" a la que deben aconsejar hasta el hartazgo, mantener entre algodones y quitarle todo derecho a tener independencia en sus decisiones y en su vida.


  • Nos molesta que nos toquen la panza. ¡La panza es mía, no es de todo el pueblo! ¿No es enfermante que cualquiera en la calle te toque la panza y ponga cara de ternero enamorado y te pregunte de cuánto estás? A mí me molesta, ¡y mucho! No se puede andar por la vida toqueteando a desconocidos. ¿Y qué me contás de la familia? Antes de saludarte ya tenés la mano tocándote el vientre, ¿no preguntan?, ¿se olvidan que a vos no te gusta que te toquen nunca? ¡Menos embarazada!
  • Nos molestan los "consejos" que nos dan cada vez que nos ven. Ya sabemos que no son de malas que nos aconsejan, pero sinceramente preferimos consultar nosotras mismas antes de que nos atormenten con consejos y consejos y consejos... si somos primerizas, no podemos imaginarnos lo que nos espera después del parto, ¡ni queremos! Déjennos en nuestras ensoñaciones, en nuestro limbo... ¡dura tan poco! Ya solas vamos a ir descubriendo cómo es que no vamos a dormir 4 horas seguidas en 6 meses...
  • Nos molestan los relatos (no pedidos) aterradores sobre partos. No hay peor cosa que te cuenten con pelos y señales todo "lo que te espera" a la hora de parir. No me entiendan mal, no tiene que ver con que no nos informemos. La información empodera y hace bien. Lo que nos molesta es escuchar (sin haberlo pedido) cómo sufrieron los dolores de parto, que te quieran imponer una postura pro o anti cesárea o que te cuenten de cómo se le murió el bebé a Fulanita cuando estaba por parir. Un poco de empatía, señores, a nosotras la mente nos trabaja a mil...
  • Nos molestan las apreciaciones sobre cómo nos vemos. Que vengan y te miren con cara de "¡Ay pobrecita como estás!" y te digan "¡Qué bien se te ve!" es una idea terrible. No nos gustan que nos pregunten ¿cuánto subiste?, ¿taaaaaaaaaaaaanto?, y te rematan con un ¡Yo subí solo 7 kilos en mi embarazo y cuando salí de la clínica estaba más flaca que antes de estar embarazada! Y vos sabés que se mató a té y lechuga, y que su bebé pesó lo que un suspiro... No nos importa cuánto subieron o cómo lo bajaron, no queremos que nos digan si estamos gordas, flacas, lindas, feas... Una por ahí no se siente ni tan linda, ni tan cómoda con su cuerpo o por el contrario, te sentís una diosa y te hacen ver de que no lo sos. ¡Así no vale! Una no va por la vida diciéndoles a los demás cómo se ven...
  • Nos molestan las preguntas personales (sobre todo las personas que no te conocen o lo hacen hace muy poco). Muchas veces la gente se pasa de desubicada y te hace preguntas íntimas y te conoce hace diez minutos. Por ejemplo, te preguntan cada cuánto tenés sexo ¡con esa panza! O recién parida te preguntan, ¿dilataste rápido? No es así. Estamos embarazadas pero seguimos siendo mujeres, seres humanos con sentimientos y pudores y nadie tiene derecho, especialmente los que no te conocen, a invadir tu intimidad.
  • Nos molesta que se entrometan en nuestro estado civil. Nunca falta la tía que te pregunta ¿ahora que estás embarazada me imagino que piensan casarse, verdad? ¡Te querés morir! Por ahí estás sola, tu pareja te dejó, te separaste y después te diste cuenta de que estás embarazada, estás casada pero el bebé no es de tu marido... las realidades son todas diferentes y no vas a ser mejor ni peor madre porque estés sola, juntada, casada, amontonada, o todavía no sepas en qué estado civil te encontrará tu hijo al nacer... Pero lo que la gente por ahí no comprende es cómo duelen estos comentarios, sobre todo cuando vienen acompañados de su anécdota personal: "yo a tu edad hacía 5 años que estaba casada...". Después de todo, ¿qué les importa?
  • Nos molesta que nos traten de viejas porque tenemos más de 35 años. ¡Esta es buenísima! Tenés más de 35 años y ya sos "añeja". Desde el obstetra hasta la familia te dice... ¿a tu edad?... como si tuvieras 50 años de edad. Se ve que una tan vieja no es, porque la naturaleza es sabia y si no fuera viable el embarazo, simplemente, no estarías embarazada. Así que ya saben, pueden abstenerse de hacer estos comentarios.
¿Y a vos, qué comentarios te irritaron cuando estabas embarazada?





CONVERSATION

2 ya son Blogger@s:

  1. Tal cual.
    No tengo bebes (por lo tanto no me ha pasado), pero imagino todas estas cosas... Y ggrrrr.... Como ahora las que tienen hijos cuando una opina sobre algo la fucking respuesta de "vos no sabes porque todavía no sos madre, ya te va a tocar" Como es? Te volves superheroa!? jajajaja
    Suponer como se siente el otro en cualquier etapa de la vida y sobre eso opinar es una burrada social!
    Te banco totalmente. Eso de andar toqueteada por el mundo por la panza, NO DA! sin dudas!
    Besito!

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  2. Muy de acuerdo en todo. A mi lo que más me molesta es que me toquen la tripa sin pedir permiso o sin que yo lo consienta!!! Incluso hay quien se recrea y parece que esté frotando la lámpara de Aladin :-|

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