La mujer que escribe

Por Amal desde Chile 

Esta semana quiero compartir con ustedes un texto que encontré en una página de Facebook, sinceramente me hizo temblar hasta la médula con la descripción de "la mujer que escribe", me sentí plenamente identificada. La razón es simple, siento y sé que soy una mujer que se deleita con detalles sumamente mundanos y cotidianos, como ver las hojas que caen en otoño pensando en un todo armonioso llamado naturaleza.


Me llaman la atención las calles de adoquines y, siempre, me imagino como deben haber sonado los cascos de los caballos y las ruedas de los carruajes. No puedo evitar meter mi nariz en esas ferias de libros antiguos (con olor a viejo como dicen) y sentir la textura del papel aunque estornude debido a la cantidad de polvo acumulado con los años. Recuerdo como si fuera ayer cuando con seis años, para Navidad mi papá me preguntó, "Que quieres que te traiga el Viejo Pascuero, hija", "Dile que me traiga libros de cuentos"; y mi mama, con su tono de voz tan suave, "Pero... ¿No quieres una Barbie?", "No, porque me gustan los cuentos". Créanme que durante muchos años mi felicidad era recibir un libro, sabía que cada vez que leía uno, un mundo nuevo quedaba a mis pies.

Sí, soy una mente dispersa, poco convencional que algunas personas consideran transgresora, no me gustan las jerarquías ni obedecer "porque así son las cosas y así se seguirán haciendo", creo firmemente en que la humanidad necesita un cambio y que ha llegado el fin de muchas instituciones opresoras de nuestro libre pensamiento. A continuación les dejo el escrito, estoy segura de que más de alguna o alguno se sentirá identificada o identificado.


No te enamores de una chica que escriba- Laura Solórzano


A Barrone del Sur


Nunca jamás pienses que te puedes enamorar de una chica que escriba. Tampoco la escuches o prestes mucha atención a lo que dice. Enamórate de una simple, sencilla y que tenga mala ortografía, ella te dará alegría sin sabor, de esa que no despierta emoción. En cambio, una chica que escriba, sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer divertida, interesante, ocurrente. Esa que escribe hasta en una servilleta, será capaz de moverte algo más que el piso.

Sal con una chica que solo se preocupe por su aspecto, te vendrá bien en todas esas fotos y reuniones del trabajo. Tu mamá dirá que podrán tener hijos hermosos y que ella se dedicará a cuidarlos cuando llegue el momento. Una chica que escribe, en cambio, podría hacerte pasar momentos incómodos cuando decida reírse de alguna tontería en la calle, cuando recuerde algún cuento o cuando decida ser ella misma en alguna fiesta y convertirse en una persona interesante llena de cuentos y aventuras que solo conoce por las páginas que escribe.

Disfruta de tu vida con una chica cualquiera, sencilla y simple. Tendrás una vida sin preocupaciones y sin montañas rusas emocionales. Siempre sabrás qué esperar y cómo, disfrutarás del sexo matutino en la única posición que sabe, porque de todas maneras sentirá placer y tú también. Deja de lado a aquella chica que escribe, atrevida y oculta detrás de sus letras. Esa que es capaz de mostrar su lado más salvaje cuando se siente cómoda y aceptada porque será ese, aunque no lo creas, su momento de mayor sensualidad.

Ella, la chica que escribe, que lee, que disfruta, que crea historias será un reto. Mantenerla a tu lado no será cuestión sencilla. Disfrutará, probablemente, del cine “raro” y preferirá comprar libros antes que vestidos, pero aun así podrás encontrarla un día vistiendo solo sus lentes y algún libro que le guste porque así se lee mejor. Cuando nada te incomoda. Cuando solo la piel te acompaña. En cambio, aquella chica que no escribe ni siquiera un papel para decirte que la esperes, será mucho más fácil de mantener, llévala a fiestas ruidosas y llenas de gente plástica que solo asiste a aquellos lugares para que el ruido de la música les impida escuchar la tristeza de sus pensamientos.

Conquista a una mujer que no escriba, ella será fácil a la hora de consentirla y hacerle regalos, para ella será solo cuestión de rosas y chocolates, sin esperar más allá. Piensa que, si te enamoras de una que escribe, deberás buscar libros, tulipanes, chocolates diferentes, obras de teatro o sencillamente una tarde en un parque. Para ella cualquier regalo podría ser especial, pero no sabes qué es «cualquier regalo» porque sabes que ella retará tu creatividad.

En fin, enamórate. Enamórate de la que irrumpa en tus sueños cuando menos lo esperes, enamórate de esa que te rete. Conquista a esa mujer que, sin darse cuenta, ya entró en tu cabeza y no la puedes ni quieres sacar. Enamórala porque te la imaginas en tu casa, contigo a tu lado. Enamórala con frases inesperadas, con música que te conecte a ella, con deseos y mensajes que llegan a deshora solo para recordar que la extrañas. Enamórense.

Pero si descubres que ella es mucho para ti porque reta demasiado tu mente, corre a buscar a la chica que no escribe, pero antes déjale una nota a quién te robó el pensamiento para que esté enterada que será pronto el momento de colocar punto final a otra historia. Y si el caso es contrario, si descubres que tu vida está al lado de aquella que escribe, corre con un ticket del metro y un mensaje, entra en su biblioteca y déjaselo en el libro de turno, ¡Sorpréndela sin mentirle!

¿Y tú, eres de las chicas que escribe? ¿O eres una chica de "bien"? Lo que es yo, tengo muy claro que soy una mujer que escribe cada día sus historias locas, efímeras y dispersas.






CONVERSATION

3 ya son Blogger@s:

  1. Definitivamente soy la chica que escribe, y definitivamente quiero que alguien se enamore de mí de ese modo.
    Gracias por compartir este lindo relato, me encantó!

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  2. Que lindo relato!!!!!!!!!! me identifico más con la chica que escribe también.... =)

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  3. wow que fuerte, escribo claramente :) besitos lindo texto

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