Para ver en Netflix: Hot Girls Wanted

¡Vuelo gratis a Miami! Así persuaden los mánager a sus potenciales actrices del porno amateur. Jóvenes de entre 18 y 20 años provenientes de zonas rurales de Estados Unidos cuyo único sueño es huir a la gran ciudad y convertirse en estrellas, pero que en cambio acaban con carreras de menos de un año en una industria que las considera mercancía desechable.



Hot Girls Wanted, documental dirigido por Jill Bauer y Ronna Gradus, presenta de manera explícita la hipocresía de una sociedad donde todos ven pornografía pero nadie quiere a una actriz porno en su familia. El filme contiene conversaciones incómodas entre una madre que acaba de enterarse que su hija se acuesta con extraños por dinero, y una adolescente de 19 años que ve en la industria porno una opción rápida para salir al mundo y alcanzar la fama.


Todas las adolescentes retratadas en este documental relatan la misma experiencia; relaciones sexuales en la secundaria con un novio que las abandona luego de conseguir lo que buscaba. “Hoy en día el sexo no significa nada”, dice una de las protagonistas, frustrada. Si el sexo no tiene significado, ¿cuál es el problema de que te paguen por hacerlo? Al fin y al cabo, 900 dólares por 5 horas de trabajo es mucho mejor que los 8,5 dólares la hora que obtendrían en un trabajo de sueldo mínimo en sus pueblos natales.

Sin embargo, eventualmente estas chicas se enfrentan a una triste realidad; que pasados sus primeros tres meses en la industria, ya nadie quiere contratarlas. Para seguir trabajando, las jóvenes se ven forzadas a buscar trabajos “especializados”, muchas veces filmaciones que incluyen felaciones forzadas, sadomasoquismo y violencia verbal. Estas jóvenes de 19 años, consideradas veteranas en la industria, deben entonces elegir entre aceptar trabajos denigrantes o intentar reincorporarse a un mundo laboral que nunca las verá como algo más que una “ex actriz porno”.


La situación para el “talento masculino”, por otro lado, es completamente distinta. Muchas veces estos hombres son actores mayores (hasta 50-60 años) que permanecen en la industria por años. Cuando se trata de porno, es evidente que nadie está mirando al hombre.

Una de las escenas más escalofriantes del documental es en una filmación de una de las protagonistas, donde el director de la película porno le dice a la actriz: “tú actúa como que no quieres que esto pase”. La palabra violación nunca es usada, pero el objetivo de la instrucción es claro. Hay algo espeluznante en la idea de que existe una audiencia ansiosa de ver a una joven siendo manipulada y abusada por un hombre. Ellas mismas lo saben: el porno no se trata del placer de la mujer, en absoluto.


Hot Girls Wanted es moralista y no trata de ocultarlo. Como obra fílmica no posee mayores sutilezas; en ningún momento intenta defender a la industria pornográfica o siquiera mostrar otro punto de vista. ¿Pero por qué habría de hacerlo? Sí, es un documental con moraleja altamente influenciado por los valores de los realizadores. Sin embargo, si tienes una hija adolescente o planeas tenerla un día, lo más probable es que este sea un documental que quieras compartir.





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