Cómo adquirir el hábito de levantarse temprano y no morir en el intento

Partamos de la base que no soy una persona que se levanta a tiempo por las mañanas, que llega antes de la hora a las reuniones, o que a las 8 de la mañana ya ha ido al gimnasio, desayunado y arreglado para estar con semblante post spa en el trabajo. Es por eso que leyendo e investigando encontré los mejores consejos para aprender a despegarte de la almohada a la hora que necesitas y dejar de ser un zombie antes de las 12 pm.



1) Hacerte consciente de tus propios actos: Esto puede sonar obvio, pero es el principal punto que se pasa por alto y hace que no respetemos nuestras rutinas ni nuestro ritmo circadiano (nuestro "reloj biológico"). Ya sea quedarse viendo hasta tarde la serie de moda en Netflix, comer tarde, acostarse y quedarse en Instagram o haciendo algo productivo de noche (yo también soy un pájaro nocturno, como una vez hablamos aquí), el resultado es el mismo: acostarse tarde implica dormir menos y por ende tener un mal despertar. Hacerse consciente que todo acto tiene un consecuencia no aplica solo al mensaje que quieres enviar (pero no puedes) o a moderarse una noche de copas, va a lo más mundano y primario como respetar tus rutinas, tus horas de sueño y saber que cada vez que rompes este esquema descuidas tu mente cuerpo y tus responsabilidades con tu día a día.

2) No dejar el despertador que suene 10 minutos más: El gustito fatal, ponerlo a las 6:30, a las 6:45, a las 6:50, a las 7 y así. Hasta que te das cuenta que son las 7:30, y que tienes que hacer todo en tiempo récord. ¿Por qué no despertar de esta forma? Porque al despertarnos con alarma nuestro cuerpo (especialmente nuestro sistema cardiovascular y nervioso) se somete a un estrés que implica cambiar de estado, y cada vez que volvemos a dormir y a despertar sucesivamente sometemos a un doble estrés y confusión a nuestro cuerpo, lo que termina afectándonos físicamente sin saber porqué.

3) Cuidar la alimentación: Seguramente ya han escuchado este consejo, el "no comer dos o tres horas antes de acostarse". Ok, no solo se trata de respetar los horarios, se trata de cuidar toda tu alimentación, y cuando me refiero a toda me refiero a TODAS las comidas del día, no solo afecta la última comida del día sino el qué comes, y aquí es donde surge otra razón para dejar los azúcares, grasas y carbos dañinos: una mala alimentación durante el día afecta nuestros niveles de energía y nuestro sueño.

4) Haz un check list de las cosas que debes hacer el día anterior: La organización siempre es la madre de la productividad, y si no quieres estar desorientada hasta las 11 de la mañana intentando despertar lo mejor es crear una check list con todos los deberes del día, mientras más a la mano y ordenadas seamos más fácil lo tendremos por las mañanas.





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