Ser o o no ser...

                                              
  En mi labor como madre de dos niños en edad escolar y docente, e incluso frente a mi propia respuesta emocional e intelectual frente a la vida, me veo confrontada a diario con preguntas del estilo: "¿Este comportamiento, reacción o rendimiento es normal?" Preguntas de difícil respuesta si las hay. Y lo que es aún más difícil, es tener que aplicar un estandard para evaluar, para calificar, para medir, para decidir quién aprueba y quién no aprueba, quién está dentro de los parámetros aceptados y aceptables, y quién se queda "afuera". Esto cada vez me resulta más odioso, tal vez porque ahora soy madre, y veo lo que este tipo de juicio conlleva y lo que puede generar sobre la autoestima del ser en plena etapa evolutiva y formativa que está siendo evaluado, o sobre el adulto mismo frente a su circunstancia particular. 

                                            


  Por suerte, hay gente en el mundo que se dedica a pensar, a investigar y a divulgar sus hallazgos o reflexiones sobre estas cuestiones, y entonces me enriquezco y me amparo en sus opiniones, avaladas por el saber y la experiencia. Una de esa personas es Eduard Punset, a quien ya he citado en mi entrada más reciente. Punset publicó un breve artículo en su blog http://www.redesparalaciencia.com/, que en realidad se puede leer completo en el ejemplar 17 de su revista, en donde reflexiona sobre este tema. El catalán Punset dice:


"Cuando catalogamos a algo o a alguien de raro, lo más común es que nos refiramos a algo excéntrico y a veces descabellado. Pero a ojos de la estadística o de las matemáticas, raro es aquello que se aparta de la norma, de lo que más abunda. En el mundo que nos rodea, en muchos ejemplos, que algo sea raro no es más que un problema de probabilidad que se puede modelizar por medio de una expresión que en estadística se conoce como distribución normal".



  Y presenta un informe del matemático y divulgador científico Enrique Gracián titulado "Gente rara" en el número 17 de la revistadonde explica, a través de curiosos ejemplos y un peculiar sentido del humor, qué se considera normal desde un punto de vista estadístico. 


  Como madre "normal" del siglo XXI, aproveché las vacaciones invernales para llevar a mis dos hijos al chequeo de rutina con su pediatra. Los pediatras invariablemente recurren a tablas estadísticas que los remiten a percentilos con los que se determina si un niño es "normal" en términos de peso y talla. La relación entre estas medidas se obtiene por un cálculo matemático que arroja como resultado el conocido, y siempre temido por mí, que viví y vivo bajo el tirano límite de su dictadura, BMI (Body Mass Index), o Indice de Masa Corporal (IMC). 


  Yo presto atención y escucho lo que el pediatra me dice, pero miro con cierto recelo las tablas. La verdad es que, de acuerdo a una tabla como la del IMC, muy pocos de nosotros podemos considerarnos "normales", ya que los cuerpos de los individuos raramente se ajustan a esos índices, aunque sean perfectamente "normales". Lo que es peor, mi abuela gallega se habría espantado si algún médico le hubiese dicho: "Señora, usted necesita bajar unos kilos, porque de acuerdo a esta tabla se encuentra con sobrepeso". Para mi abuela oriunda de Vivero, el lema era :"Dame gordura y te daré hermosura", pero han cambiado los tiempos...





  Lo mismo sucede con el rendimiento de los niños en la escuela. El hecho de que a la mayoría de los niños les resulte relativamente fácil alcanzar ciertas habilidades o destrezas a cierta edad no significa que algunos que no lleguen a alcanzarlas al mismo tiempo, o quizás se les adelanten al resto, sean "raros".


                                       

  A veces, la rareza es sinónimo de genialidad, de algo extraordinario. Todos sabemos que Albert Einstein, una de las mentes científicas más brillantes del siglo XX, era considerado por sus maestros como un verdadero "fracaso escolar", probablemente por encontrar a la escuela aburrida. Me pregunto quién debía enseñar y quién aprender ante la presencia de tanta genialidad incomprendida. El mismo Einstein sentenció:


"Los grandes de espíritu siempre han tenido que luchar contra la oposición feroz de mentes mediocres."


"Pero todavía sigo sin entender a las mujeres..."

 Y si seguimos pensando en grandes incomprendidos por la mediocridad muchas veces considerada como "normalidad", pienso en Van Gogh, Cervantes, Shakespeare, James Joyce... ¿Se imaginan lo que sus maestros habrán pensado o hasta sentenciado a la hora de evaluarlos? Imagino a Van Gogh siendo descalificado por pintar "tan desprolijo"...




  O a Shakespeare, siendo desaprobado por escribir de forma "tan rara", y a sus propios contemporáneos y amigos de parranda, exhortándolo a escribir sonetos como enseñara el gran maestro Petrarca, o a evitar los excesos en sus referencias sexuales en sus comedias y su honestidad sobre sus inclinaciones bisexuales al dedicarle sus sonetos a una misteriosa dama y a un jóven de la aristocracia, o el meterse con temitas que rayan la locura...


                       
  Imaginemos a Joyce, siendo reprobado en Lengua Inglesa por no saber usar los signos de puntuación correctamente, o a Cervantes, por luchar contra los molinos de viento en plena clase de Lengua Castellana...



 Genios incomprendidos que pasaron a la inmortalidad gracias a no ajustarse a ningún parámetro ni estandard, y gracias a lo cual ennoblecieron al género humano con su inconmensurable talento y visión creadora.

  Entonces, ¿qué es normal y qué es anormal?  Michel Foucault, filósofo y psiquiatra francés, dijo en "Los Anormales" que "la anormalidad es una construcción discursiva que está atravesada por los condicionamientos políticos de una época que determina quién es normal, por ende quién es anormal, - "biopolítica" - y que tiene un poder sobre nuestras vidas - "biopoder" - que ejerce dictaminando qué es lo que se debe hacer con el diferente". Así, el diferente es un extraño que se convierte en "anormal", y al etiquetarlo , todo el resto de los individuos que conforman "la norma" se quedan tranquilos, se sienten seguros dentro de lo que rotulan como su propia "normalidad"
  Y los rótulos nos tranquilizan a todos, ¿verdad? 


                  


  Pero, ¿saben qué diría William Shakespeare ante el nombre que le damos a las cosas, como por ejemplo, a la rosa, siendo que no existen dos rosas iguales en todo el universo, como tampoco existen individuos iguales ni cuantificables en todo su esplendor? Mi admirado Willy diría:


"¿Qué hay en un nombre? Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume aún cuando de otra forma se llamase."    
 Les dejo un video cortito para seguir pensando en cómo etiquetamos erróneamente que difundo siempre que tengo la oportunidad...

               

Etiquetas psiquiátricas de trastornos inventados | Spot del CCHRInt

http://youtu.be/P_X500l2rhQ            


Y ustedes, alguna vez se enfrentaron con la pregunta: "¿Seré normal?".



Fernanda "A boca de jarro" desde Buenos Aires, Argentina




CONVERSATION

15 ya son Blogger@s:

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  2. >>>Ups<<<
    "No importa el color del gato mientras case ratones"... está de moda esta frase en Chile. Aprendi mucho con tu reflexión, creo que nuestra intolerancia hace que las personas distintas se sientan anormales, cuando la diferencia, la diversidad, es uno de los patrimonios de la naturaleza de todo tipo. Por otro lado si nos concentramos en la teoria de los fractales, quizas mas allá de lo que podamos percibir con nuestro sentidos, al final de cuentas somos todos iguales y parte de la extensión de algo mayor.

    Saludos y excelente entrada como siempre

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  3. He conocido varias personas que se le pondría llamar anormales, una es mi mamá una es mi hermano una es una de mis mejoras amigas, y creo que es parte de la genialidad, las personas catalogadas como raras son brillantes en cierto aspecto, tienen un don o talento o simplemente son brillantes, a lo mejor el tener tan desarrollado una cierta área los hace ser excéntricos u otro, lo cierto y lo triste es cuando la sociedad sigue apuntando con el dedo a esa gente y los hace de cierta forma estancarlos pues se sienten presionados a ser normales y en definitiva truncan su genialidad quedando solamente en el raro pero nada más, es una lastima que a estas alturas del tiempo del mundo vivido sigamos haciéndole mierda la vida a la gente así, al parecer antes por lo menos al anormal le importaba bien poco el que diría de la sociedad y posterior a su muerte viene el famoso reconocimiento. La verdad nunca me he sentido anormal, si especial, porque pienso que todos somos especiales y únicos.

    Me encanto tu entrada aprendí mucho también besos

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  4. Es cierto que ponemos etiquetas a todas las personas que creemos que no alcanzan en el circulo de la "normalidad". Cuando en realidad ni los dedos de la mano son iguales pero los necesitamos todos. Quien decide que es normal? La sociedad? Yo creo que la belleza de la vida es que todos somos diferentes, que pensamos diferente, que nos vemos diferentes. Yo y otra persona podemos estar mirando una misma pintura y yo veo una cosa y la otra persona ve algo diferente. Quien esta correcta? Quien es normal?
    Nos da mucho que pensar esta entrada y es muy buena tu entrada Fernanda. Saludos desde los Estados Unidos.

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  5. ¡Muchísimas gracias a los tres por tan ricos y empáticos comentarios!
    Simón: me gusta mucho la frase que se escucha en Chile: todos tenemos que adaptarnos y aprender a cazar ratones, no importa de qué color tengamos el pelo.Intento transmitirle ese mensaje a mis hijos y a mis alumnos, y sobre todo, enseñarles a amar el color de su pelaje, aunque parezca "raro". Me gustaría, si no te molesta escribir un poco más, que me enseñaras sobre esto de la "teoría de los fractales", de la que nunca he oído hablar. Podría googlearla, pero prefiero que tú me la expliques en pocas palabras, si eres tan amable.
    LMM: nunca mejor usada la palabra "hacer mierda la vida a la gente", porque es eso justamente lo que sucede, y es hecho por personas que, se suponen, son profesionales preparados para dar alas para volar: maestros, profesores, psicólogos, psiquiatras, pero de los malos...
    He visto varios adolescentes convertidos en la sombra de las personas que eran o en verdad son por recibir tratamiento con drogas psiquiátricas simplemente por ser incomprendidos en su naturaleza y estar en los colegios equivocados... Me da mucha pena, por eso, si se puede, aunque sea con la pluma, hacer algo para cambiarlo, pues no dejo pasar la oportunidad. También hay gente "rara" en mi familia... ¿en cuál no? ¡Cuánto aprendemos de los "raros"!
    Y gracias Patti, desde USA: lo que dices de los dedos de la mano es una poderosa y simple imagen que también me la quedo, como la frase que me regala Simón. Y lo que agregas sobre el cómo se aprecia una pintura me remite al comienzo de "El Principito" de Saint Exupery, libro que atesoro y recomiendo: los adultos que no logran ver en el dibujo de un niño toda la genialidad que él le dio. Por aquí solemos decir que sólo dicen la verdad los niños, los borrachos y los locos...
    Gracias por tanto enseñarme a mí, que tanto me queda por aprender...
    Fernanda "A boca de Jarro".

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  6. Fer, el artículo que mencionas de Enrique Garcián no está publicado abiertamente en internet ¿no?

    En realidad, cada vez que en una situación me siento distinta al resto, la pregunta que me surge no es sí ¿seré normal?, sino si ¿seré rara? (¿¡eso será raro!?)

    Mi pregunta termina siempre con la misma respuesta: ¿quién no quiere ser raro? Supongo que todos nos consideramos raros a nosotros mismos en cierta medida. Es una forma de ser distintos y distinguirnos. ¿la gente quiere ser normal? ¡Yo preferiría ser rara!

    En conclusión: cuando hago algo muy distinto al resto, me pregunto si será que soy rara y después de pensarlo un poco, concluyo que no, y que todos deben pensar que son raros para sus adentros.

    Voy a empezar a preguntarle a las personas si se consideran raras. Estoy segura de que sí.

    Creo que la clave está en aceptarse uno como es y como hace las cosas sin importar el qué dirán. Supongo que también se trata de saber elegir el lugar y momento para hacer lucir nuestras peculiaridades. ¿Estará mal disimularlas en algunas circunstancias? Creería que no.

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  7. En cuanto a tu última pregunta, te digo "sí" y la respuesta es "no" jaja... Y lejos de ser un genio incomprendido, me gustaría que no se usara más el término "normal" y se reemplace por "común" (en el sentido estadístico que mencionabas), así habría menos incomprensión entre los seres humanos.
    El otro día volví a ver "One Flew over the Cuckoo's Nest" (traducida como Atrapado sin Salida en Argentina), y a cualquiera que la haya visto le plantearía si les parece que el personaje de la enfermera es una persona "normal". Quizá sólo fuera común, y con una triste vida.
    Una frase corriente versa "no son todos los que están, ni están todos los que son".
    Excelente video =)

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  8. Bueno Fer la fractalidad es un hecho natural, a mi siempre me ha gustado el ejemplo del brocoli y la coliflor para hacerlo tangible. Si observas un brocoli o una coliflor, entero(a), y le sacas una ramita veras que la estructura de esa ramita es identica al brocoli o coliflor en su conjunto, lo mismo se repite a nivel de escalas menores y menores. Y no solo sucede en las plantas, las nubes son otro ejemplo, y aún mejor... nuestro sistema circulatorio. En la administración se utiliza la fractalidad para generar flexibilidad en las empresas ya que se repiten las estructuras de tal manera que se adapte a cualquier situación, en otros campos sirve para medir superficies que son sumamente complejas de determinar como costas y quebradas con geometria fractal, si esto está tan presente en nuestro entorno y dentro nuestro... entonces porque no nosotros? en algun sentido olvidado que no hemos considerado dentro de los 5 o 6 más populares, deberiamos tener la capacidad de percibirnos como parte de algo más grande, y no digo nada sobre lo espiritual aunque de esta forma le da algo de sentido. creo que desvie algo el tema :P Saludos

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  9. No se bien que es ser normal, supongo que ser lo mas parecido a la mayoria, pero por que se considera a la mayoria como normal...a mi estar un poco loca o ser medio rara en algunos aspectos u opinar distinto o no hacer cosas solo porque lo hace la mayoria, un poco me gusta. Ser "normal" me resulta aburrido!
    A veces tambien estoy del otro lado, o sea, creo que alguien es raro porque no es como la mayoria, o como yo. Que lio hice, no? En fin, lo que trato de hacer es no etiquetar ni prejuzgar a nadie, trato de aceptar a la gente como es, aunque a veces tambien me cuesta...besos!

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  10. Bueno, gente linda, pensante, querida:¡qué gusto! Nos ha hermanado "la rareza", lo cual es algo "muy normal". He ahí la cuestión, diría Willy...("That is the question.")
    Dani: hacé una encuesta entre tus conocidos y pasame los resultados, por favor. Va a ser una experiencia súper interesante."Aceptarse", "el qué dirán", "peculiaridades": buenísimo, nada fácil, da para otra entrada.
    Ale: me encanta esa película, Jack Nicholson es un "raro" genialmente brillante; me gusta lo de "común", aunque vos de "común" o de "rara" no tenés nada. Sos "especial" y punto. Pero especial en la mejor acepción de la palabra.
    Gi: yo tampoco se bien qué es lo "normal", por eso odio aplicar parámetros a la hora de evaluar, pero es lo que se me impone... Menuda tarea la aceptación total de lo que parece "rareza" en el otro, pero creo que por ahí está el camino hacia la verdadera "iluminación".
    Y Simón: excelente explicación.¡Buen profesor ahí! Muy didáctica, con muchos ejemplos que transmiten un complejo concepto, que sin dudas roza la espiritualidad, porque ¿quién si no un Ser genialmente brillante y superior está detrás de tanta perfección en la creación? Bueno, es una cuestión de fe. Podríamos decir que la naturaleza es sabia, aunque los humanos parecemos resistirnos a hacernos amigos de la sabiduría de la naturaleza por alguna "rara" razón...
    ¡No se imaginan lo bien que me han hecho hoy con tantos comentarios! Hoy estuve en una clínica llena de enfermos, acompañando a mi papá enfermo. Y la "rara" era yo...que estoy sana. Hace bien sentirse así de rara de vez en cuando: te hace valorar lo que tienes de especial, lo que tomas por sentado como algo "normal" o "común" todos los días hasta que te falta o hasta que ves a otro a quien le falta, es decir,tomamos por sentada a la salud. Y sin embargo, es muy "normal" enfermarse: le pasa a muchísima gente. A todos alguna vez!!!
    Gracias de corazón a todos!!!
    Fer.

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  11. Dani: perdón, me olvidaba. El artículo lamentablemente no está online. Sólo un fragmento. Por eso no di el link. Hay que suscribirse a la revista de Punset, "Redes para la ciencia", y poder pagarla en euros...
    Beso grande, Dani.

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  12. Que buen tema!! Me llegó muy profundo y en cierta forma de manera muy tranquilizadora. Mi hijo de 3 años al nacer tuvo una preasfixia, lo que desde ese momento me hizo estar encima de el y siempre estar como "lista" para cualquier cosa que me digan de caracter "anormal" en el. Y me la sufro toda!! claro caminó más tarde y aún para su edad es mas guaguita, pero es un niño muy sano y y se desarrolla de alguna u otra forma, eso he aprendido y me ha conmovido que quizas no esta al mismo nivel de desarrollo que el resto de su edad, pero de una u otra forma el se las arregla para seguir avanzando, nunca se queda atras y por inciativa propia.

    Y comprendi que si bien no lo debo descuidar y seuir incentivandolo, tampoco tenia que hacer de esto una tragedia griega, por que como un dia me dijo mi hermana, el es el niño mas feliz del mundo como es, no esta sufriendo, no se da ni cuenta y vive su vida como si fuera la mejor de todas. Y eso me emociono hasta el alma y comprendi que no hay que siempre esperar lo esperable o seguir lo normal, y no porque no este bien, si no porque no siempre lleva por el camino de ser feliz, que por lo menos para mi es el mas importante, como mamá y como ser humano.

    Buenisma entrada!

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  13. ¡Qué sabia mamá eres! No me cabe dudas de que tu hijo es feliz, "gracias", y no "a pesar de", su mamá, NatMom... Ojalá todos los adultos maternantes y paternantes adoptaran tu filosofía de vida. Respetar la individualidad del ser: eso es todo, ni más ni menos. Desde ya, si hay que hacer algo para ayudar, para dar un empujón, se hace. Pero la actitud de "tragedia griega" que tu refieres es lo que nos hunde, a adultos y a niños por igual.
    Gracias por tu historia, de la cual podemos aprender muchísimo: gracias por compartirla!!!
    Cariños para ambos :)
    Fer.

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  14. QUE BUEN VIDEO!!! me emocioné... deben ser las hormonas.
    La verdad es que siempre me ha llamado la atención la gente "rara" porque tienen mucho que enseñar y a mi me gusta aprender. Como nunca me he sentido del todo "normal" o convencional, como prefiero llamarlo, para mi es un juego esto de las etiquetas, las utilizo para bromear y reírme un rato de la gente. Pero cuando se trata de niños todo cambia, me pongo grave y densa, me enojo de inmediato y me parece la peor ofensa en el mundo. Luego, cuando sé que sobre reaccioné me doy cuenta que es porque a mi se me limitó el camino hasta que pude hacer valer mis opiniones, siempre fui la "chica problema" y se me tildaba de "manzana podrida" por mis educadores (que descriterio!). No era justo! Yo solo decía lo que pensaba! Pero con la sabiduría que da el tiempo, los entiendo... era diferente, venía de un hogar con sobre estimulación (hermana educadora de párvulo y hermana educadora diferencial, y yo conejillo de indias), aprendía todo antes que mis pares y me aburría endemoniadamente en clases. A parte que creo que era hiperactiva (¿era?) y con trastornos de ansiedad (no entraremos en detalles)... sí, INSOPORTABLE!... con los años me estandaricé, entrando al círculo de eso que llaman "normal" y perdí la magia, aunque algo queda.
    Buen tema, Paz!!! para pensar un mes... o más.

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  15. Uf!No entremos en detalles, querida Rocío, porque yo me las traigo también. ¿Quién que piense no? Estoy contigo 100%. No, no eres "poco convencional", eres Rocío, única y especial... poco convencional es el mundo que nos toca, me parece,al querer imponer un sin fin de convenciones al ser, y así intentar doblegar a quienes lo enfrentamos con nuestra unicidad y nos resistimos a conformar "la norma"...
    Recién se me ocurrió algo porque no estoy teniendo días muy "pink",(se nota, ¿verdad?) como le dije a una amiga, y me juego a decirlo "a boca de jarro", porque no tengo nada que perder: "Pienso, luego sufro".
    Me parece que ahí nos encontramos las dos...y es un encontrarse para redimir el dolor y dejar de sentirnos tan solas. Sigamos pensando y escribiendo en este maravilloso proyecto colectivo para mitigar el dolor, y construir algo bueno sobre él para los que vienen detrás Y para nosotras mismas. Para eso difundo ese video que me emociona cada vez que lo veo, porque se pretende etiquetar ahora a mis propios hijos, como nos etiquetaron a nosotras, sin ser "paquetes"... ¿Qué significa esto de la sobre estimulación, "manzana podrida" (todas las manzanas se pudren al final, porque son "frutos"...) "chica problema"? Rótulos impuestos por adultos que no saben cómo manejar niños, ni siquiera, cómo manejar sus propias emociones. Eres quien eres gracias a lo que te han dado, por exceso y por defecto, y también, a pesar de ello. CELEBRO TU SER!!!
    Y no te preocupes: yo viví en esa sombra, sin esa magia que tu crees haber perdido, durante muchos años... pero un buen día comienzas a ver todo en colores otra vez, aunque siempre hay días grises en los que culpamos a las hormonas femeninas. Confía en que reencontrarás tu magia con tu corazón. No habrá tarotista más clarividente que tu propia alma, amiga mía. Y sigamos pensando en equipo. Vale la pena.
    Agradezco de alma tu comentario!!! Es más, te confieso que lo estaba esperando :)
    Un beso grande!
    Fer.

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