Por Patricia O. (Patokata), desde Uruguay
Una lágrima que recorre el fino rostro de porcelana es lo único que le recuerda cada día los mejores años, llenos de ilusiones y esperanzas, que fueron quedando olvidados en el camino. Ese camino de sometimiento que eligió seguir cuando aquella cara varonil y atractiva aún la miraba con respeto y adoración; cuando aún no sabía que comenzaría a mutar en el monstruo sin alma que luego la encerró sin ninguna contemplación tras esas rejas de cristal.
Aun así, él jamás pudo matar su capacidad de dar vida a la fantasía ni evitar que sus lágrimas se convirtieran en mariposas libres.
Aun así, él jamás pudo matar su capacidad de dar vida a la fantasía ni evitar que sus lágrimas se convirtieran en mariposas libres.
Uff una vez más Patokata me llega al alma!
ResponderEliminarPRECIOSO!! Entiendo todo este relato!
Creo que a veces me siento a si, pero a si es la vida y a esas instancias no lleva muchas veces.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos
me robaste una lagrimilla mamona!!!!
ResponderEliminarlo último fue con mucho amor en el tono, os pido disculpas a todas si suelto muchos tacos pero me salen del alma... en el pueblo donde vivo los insultos son más cariño que otra cosa, aquí hasta las madres llaman hijo puta a sus niños ;)
Gracias Mila, un placer saber que te ha gustado!!
ResponderEliminarGracias por leerme!!
beso grande!!
Gracias Judith, por dejarme tus palabras!! Cierto lo que dices, solo hay que mirar para adelante y seguir!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
jajajaja, no hay problema Maha!!
ResponderEliminarMe alegra muchísimo que lo hayas disfrutado!!
Un abrazote!!
Que bello relato Patokata!
ResponderEliminarGracias Colo, me alegra mucho que lo hayas disfrutado!!
ResponderEliminarbesote!!!
este me encantó, hay una sensación nostálgica y
ResponderEliminarde ese flagelo de estos días, la crisis de pánico
felicitaciones, saludos