FRIVOLIDAD, un signo de inmadurez

Según la RAE, la palabra frivolidad significa ligero, veleidoso, insustancial, tres palabras usadas con mucha menos carga negativa en nuestro vocabulario diario. En general, no me gusta darle carga sentimental a las palabras, desde hace muchos años vengo predicando que las palabras no son feas o bonitas, ni malas o buenas, simplemente son palabras que dependen de un contexto que, si es bien usado, puede otorgar mucha más solidez al significado y hacerlas tan potentes como un cachetazo o un beso en la frente.


Luego de la latera observación anterior, me gustaría adentrarnos, más que en el significado de esta palabra, en las causas de tales actitudes en la vida y también en sus consecuencias.

Sé que la frivolidad es parte de ser, en mayor o menor medida. La ligereza es fuente de sentimientos muy positivos pero, puesta en un escenario erróneo, puede traernos dolores descomunales. Así también la poca sustancia en el ser, otra característica inherente en un frívolo, algo así como decir que el blanco es feo sin tener la más mínima idea del porqué y no importarme el análisis. Para mí, estas cualidades están sujetas a una inmadurez poco asumida, se revelan por el poco interés en mirar nuestras tripas, asumirlas y mostrarlas al mundo tal y como se ven. Siempre es más fácil destrozar algo (a nivel de críticas) antes de conocerlo, que tratar de amarlo por lo que es, eso pasa con el mismo ente… analizarnos es una tarea de compromiso con nosotros mismos, finalmente, de madurez. Llego a esta conclusión porque es poco probable (no imposible, lo he visto) esperar que un adolescente tenga sustancia, así como es incoherente pedirle que se tome las cosas con la seriedad que lo amerita si no ha vivido lo suficiente como para entender lo que es seriedad (no enojo, hay muchos que siguen confundiendo estos dos términos).

Los años y sus experiencias te entregan densidad y certezas, te enfrentas a una frivolidad elegida y no impuesta por la ignorancia, sabes con qué y quién ser frívolo sin perjudicar a nadie diciendo sandeces del porte del Cerro La Campana. Siento que la frivolidad, esa que te hace arrugar la nariz, es propia de una inmadurez cruda y escondida (con vergüenza en el caso de adultos bien adultos), creo que es una forma de sobrellevar el poco trabajo que te has tomado en conocerte y hacerte cargo de ti mismo… Frío, ¿eh?

Quizás esté completamente equivocada y esto sea parte de mi intento en parecer sensata… Quién sabe.





CONVERSATION

6 ya son Blogger@s:

  1. deberíamos inventar una palabra para la frivolidad elegida... frivolité? nah! eso es una traducción no una invención.

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  2. a veces creo que la supercificialidad es un signo de inmadurez, aunque también en parte se puede tomar como algo frivolo...por ejemplo esos hombres a los que les importa mas la apariencia que el interior de una persona creo que aun no maduran..

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  3. ¿Es la madurez un escalón bien definido hacia una condición superior en algún sentido?
    ¿Es la frivolidad una manifestación clara de que se es o no se es proviene de la falta de autoconciencia?
    Las frutas maduran irremediablente, o se pasman, pero esa condición es física. Lo que entiendo por madurez humana es un cliché on/off que a mi juicio es impropia de seres que avanzan por un camino de altibajos. Los altibajos enseñan, pero no remplazan tu esencia, que jamás uno llega a comprender cabalmente.
    La frivolidad parece más una forma transitoria de interacción con el mundo, en algunas personas más frecuentes que en otras, pero anclar el ser y el hacer suena arriesgado y prejuicioso.
    ¿Se actúa o se deja de actuar por frivolidad o por inmadurez? (¿o por seriedad o madurez?). Yo creo que por esencia, el resto son juicios de valor más relacionados con las limitaciones del lenguaje.
    Que tengas un buen día, rociosalazarp.

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