La alegría de la calle

Por Donna desde Cuba

Existe un tipo de personas que aparentan ser absolutamente fantásticas cuando están en público y, digo aparentan porque en realidad, cuando cruzan el umbral de sus casas son auténticos ogros; cuelgan el disfraz de simpatía y amabilidad en la puerta, dejando su verdadera esencia al descubierto. ¿Os habéis topado con alguien así en vuestras vidas? 

El dicho de dime de qué presumes y te diré de qué careces es 100% aplicable a este tipo de sujetos. Todo cuanto muestran en público es justo lo contrario a lo que realmente son. ¿Comprensivos y abiertos con sus amigos y conocidos? Intransigentes y tiranos con sus más allegados. ¿Alegres y bondadosos fuera? Furiosos y crueles dentro. ¿Calmados y voluntariosos con los desconocidos? Irascibles y apáticos con sus seres "queridos".
Foto: Lee Howard
¿Cómo reconocer si vivimos con alguien que sufre estos cambios de carácter?

Analizando el contexto. Debemos tener en cuenta que existen circunstancias excepcionales que provocan cambios en la personalidad y el comportamiento de cualquiera, pero, los giros de carácter justificados por motivos reales afectan a las personas en todos los ámbitos de sus vidas. Los cambios de personalidad selectivos que suceden sin venir a cuento, son los que nos deben alarmar, estos, pueden deberse a numerosas patologías, tanto mentales como hormonales; también debemos sopesar que, si se trata de alguien en su sano juicio y sin problemas de salud, lo más seguro es que esté abusando de sustancias que destrozan el coco. Sea por el motivo que sea, solo los especialistas están preparados para ayudarles

Convivir con este tipo de personajes es una tortura, nunca reconocen su comportamiento ni piden perdón, la culpa todo cuanto sucede recae constantemente en quienes tienen más cerca, delante de los extraños muestran una afabilidad desmedida, siempre tienen risas y buenas palabras para su entorno de conocidos; sin embargo, cuando están en la intimidad, todo es criticar a esas personas y atormentar a quienes comparten su techo.


Entonces, ¿qué hacer en esta situación?

Cuando se trata de un familiar no queda otra que armarse de paciencia, aprender a esquivar los conflictos y hacer oídos sordos, lograr que un especialista entre en acción es lo único que puede ayudar, aunque será muy complicado conseguirlo. Si se trata de vuestra pareja, lo más aconsejable es meterle la patada voladora. ¿Hay que cortar por lo sano? ¡Absolutamente! Sí, seréis las brujas de turno; sí, estos individuos cambiarán la historia para manipular a todo el mundo y convertirse en las sufridas y santas víctimas. Pero, ¿sabéis qué? Alguien que sabe controlarse cuando está en público y que pierde los papeles cuando está en casa, es alguien que no se merece NADA, si vuestra pareja es la alegría de la calle, a la puta calle es adonde lo debéis mandar, es la mejor ayuda que le podéis ofrecer y el mayor favor que os haréis jamás.

Decir adiós puede resultar difícil, pero lo que viene después no se quedará atrás, una vez extirpéis semejante cáncer de vuestras vidas, tendréis que olvidar y renunciar a toda justicia, señalar a estas personas en público prenderá un fuego imparable y sí o sí, lo mejor que os puede pasar es que quedéis como las malas de la película. De cara al público, estos seres psicopatillas saben interpretar como nadie, viven de las apariencias por lo que tienen a su entorno totalmente engañado, hay que dejar que las mentiras caigan por su propio peso… El tiempo es el único factor que pone a cada cual en el lugar que le corresponde. Mientras tanto, si necesitáis dejar salir todo cuanto habéis soportado, no lo hagáis con las personas de su círculo de influencia, hacedlo con quienes os conocen bien, vuestros seres queridos, amigas, cura o psicólogo; y... si queréis ir más allá y que vuestra experiencia sirva para dar fuerzas a quienes están pasando por lo mismo, podéis plasmarla en un blog.






CONVERSATION

3 ya son Blogger@s:

  1. toda la razón, también he vivido experiencias con gente así, y si no son parte de tu familia, lo mejor es cortar por lo sano, no hay que estar cerca de ellos o ellas :) es triste!!! eso solo se aguanta cuando es familiar y ya sabemos sobrellevarlo, pero gente que no tiene lazo contigo, NO. Chao no más!!!! hay que ser feliz en esta vida y no sentir culpa y pena gratuitamente, y menos por querer a una persona, esas relaciones de afecto tienen que ser de amor y paz, nadie dice que no hay que pelear, pero sabes a lo que me refiero. NEXT!!!

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